Mundial del Vino, Grupo A: México
Por ahora el Tequila sigue siendo el rey en el país de los charros
Los descendientes de Moctezuma prefieren el Tequila y la chela al vino, y en promedio no llegan a beber un litro de vino al año por cabeza. Los impuestos tampoco ayudan, y en la vecindad de 40% va a ser difícil que el vino compita con el destilado de agave. Casi toda la producción de vino mexicano viene de Baja California, de la que escucho hace más de dos décadas que será la nueva Napa Valley y que los vinos son cada vez mejores. No dudo ni uno ni otra aseveración, pero todavía pasará un buen tiempo antes que veamos a los vinos mexicanos compitiendo con los argentinos o los chilenos en la estantería global del tercer milenio.
Con menos de tres mil hectáreas de viñedos, México todavía está muy por debajo de países que no son grandes productores, como digamos, er, Perú! Las cepas blancas están lideradas por la Chenin Blanc, con productos (al menos los que he degustado) bastante modestos. Las variedades tintas de Bordeaux están presentes, y entre muchos tintos del país de los tacos que llegué a catar, me gustó un Bordeaux blend de bodega Monte Xanic pero que era muy caro para lo que ofrecía. En dos festivales de vinos charros en Canadá solo me impresionó mucho un Petite Sirah, cuyo nombre no quiero acordarme pero que no era el de L.A. Cetto.
En el mundial del vino, me temo, México no pasa la fase de grupos.